¿Por qué París se llama Paname? ¿Por qué no hay palomas bebés en París? ¿Por qué Notre-Dame es el punto de partida de todas las carreteras de Francia? Éstas son sólo algunas de las preguntas que nos hacemos sobre la capital, ¡y Paris Secret tiene las respuestas! Hoy, nuestra curiosidad nos lleva a Montmartre, y más concretamente a su monumento más bello, para hacernos la siguiente pregunta: ¿por qué el Sacré-Coeur parece cada vez más blanco con el paso de los años?
El secreto de la eterna blancura del Sacré-Coeur
Ahora que la basílica del Sacré-Coeur ha sido declarada Monumento Histórico, junto con la plaza Louise Michel, vamos a plantearnos una pregunta que nos ronda la cabeza desde hace tiempo… Si, como nosotros, no se cansa de admirar la increíble fachada del monumento, sin duda se habrá preguntado por su blancura casi eterna…
Sí, mientras que la mayoría de los monumentos de París tienden a oscurecerse con el paso del tiempo, el Sacré-Cœur nos da la impresión de que se embellece con el paso del tiempo. Pero detrás de esta sensación se esconde una explicación científica… A finales del siglo XIX, cuando se estudiaban las posibilidades de construcción del edificio, el arquitecto Paul Abadie propuso la idea de utilizar la piedra de Château-Landon. Aparte de razones logísticas, este material posee algunas características notables…
La piedra no sólo es excepcionalmente resistente, sino que además no es esponjosa, por lo que el agua no puede filtrarse. Así, la lluvia no pone en peligro el edificio, sino todo lo contrario. Al entrar en contacto con el agua, la piedra de Château-Landon segrega un líquido llamado cullet, que recorre los muros del Sacré-Coeur después de cada chaparrón antes de secarse al sol. Este es el secreto de la eterna juventud de la basílica, y la razón por la que sólo ha sufrido pequeñas renovaciones a lo largo de los años.