En las afueras de la ciudad hay muchos rincones que ofrecen un ambiente campestre y atemporal. Aunque hoy en día no abundan, son testigos del pasado, cuando los pueblos de la periferia de la capital aún no estaban anexionados. La pintoresca y frondosa Villa Santos-Dumont es una de estas pepitas, cuyo secreto aún guardan de cerca los afortunados residentes, al igual que la Cité Durmar y la rue des Thermopyles. Estamos aquí para ayudarle a descubrirlo.
Villa Santos-Dumont: un remanso de paz en el suroeste de París
Tranquilidad plana, adoquines cubiertos de vegetación y encanto intemporal: aquí tiene todos los atributos de la callecita escondida parisina por excelencia. Poco frecuentadas por los turistas, las callejuelas del distrito 15 son igual de agradables e íntimas. Enclavada justo detrás de la calle del mismo nombre, la Villa Santos Dumont se encuentra en pleno corazón del barrio Georges Brassens y ofrece una buena recompensa a quienes se aventuren por casualidad.
Es el tipo de calle donde uno puede sumergirse en el pasado obrero y artístico de la zona. En cuanto a la Villa Santos-Dumont, Fernand Léger, Ossip Zadkine y Guglielmo Gatti pusieron sus ojos en este pequeño remanso de paz del suroeste de París. Hoy en día, a ambos lados de los adoquines se encuentran mansiones normandas, estudios y modernos lofts. Destinado en un principio a los sectores más modestos de la población, este paraíso urbano se está vendiendo a precios inimaginables.
Envidiamos en secreto al puñado de residentes que se alojan aquí, que se preocupan a diario de mimar su lugar de residencia. En este sentido, el magnífico caché del carril también se debe a la exuberante vegetación que crece aquí. En las paredes, en las jardineras y en las macetas de los residentes, el verdor está por todas partes, y es agradablemente invasivo. La vegetación se entrelaza con los coloridos portales para crear un telón de fondo totalmente exótico, en marcado contraste con el ajetreo de los alrededores.
Al igual que la Cité Durmar, la Villa Santos-Dumont es uno de esos lugares insospechados de París que se descubren por casualidad durante un paseo o que se guardan celosamente en la agenda.
Villa Santos-Dumont – 75015
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