Como sabes, los días son cada vez más largos y la primavera va apareciendo poco a poco… Así que pronto llegará el momento de quitarse el abrigo y salir a pasear pequeños paseos ¡que tanto nos gustan! París está lleno de lugares insólitos, tranquilos e históricos. Place Dauphine cumple todos los requisitos. Desde hace 400 años, atrae a paseantes y curiosos al corazón de la capital gracias a su encanto intacto y a su insólito emplazamiento.
El corazón del pintoresco París late en la Plaza Dauphine
Como sin salida al mar, en el corazón de île de la Cité la plaza Dauphine se encuentra entre tres hileras de edificios y es un paraíso oculto para quienes se aventuran a recorrerla. Íntimo y reservado, reúne todos los atributos que conforman el encanto intemporal de París. La plaza central, cubierta de arena y rodeada de callejuelas empedradas, es un terreno de juego ideal para todo tipo de jugadores de petanca y no faltan en este remanso de paz al aire libre. Llena de árboles y bancos, la plaza Dauphine es uno de esos lugares típicamente parisinos que no tienen equivalente…
Originalmente compuesta por 32 casas idénticas, la plaza del centro de la ciudad ha sufrido varias transformaciones a lo largo de su historia. Aunque ya no forme un conjunto homogéneo, sigue existiendo cierta armonía gracias a los encantadores edificios, las galerías de arte y pequeños bares que la componen. Por eso atrae multitudes cada temporada. Muy agradable en verano, desprende cierta magia desde las primeras luces de la primavera, gracias sobre todo a los vivos colores de los castaños en flor. Lugar de romanticismo y convivencia, el «sexo de París«, como lo apodó el surrealista André Breton, es tanto un lugar para amantes como para epicúreos que disfrutan de una copa con los amigos.
Sea cual sea el motivo de tu visita, encontrarás pocos lugares tan agradables como éste. Aprovechemos los primeros destellos del sol primaveral para descubrir uno de los lugares más bellos de París.
Place Dauphine, 75001