Enclavado en el corazón de Borgoña, frente a las montañas de Morvan, este magnífico pueblo situado en lo alto de una colina, a sólo 3 horas de París, es un regalo para la vista. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es conocido por ser uno de los puntos de partida del Camino de Santiago. Descubrirá encantadoras casas de piedra construidas en la ladera, así como una basílica catalogada…
Vézelay: un pueblo encaramado a 3 horas de París
Si le gustan las escapadas con encanto, le encantará este pueblo situado en lo alto de una colina, en pleno parque natural de Morvan. Vézelay, apodado la «colina eterna«, es un pueblo absolutamente magnífico, donde podrá pasear por calles antiguas, algunas de las cuales datan del siglo XV. Si el tiempo lo permite, podrá tumbarse en la hierba de los jardines de la basílica, pulmón verde del pueblo. Estos jardines ofrecen una vista espectacular del Morvan y de sus viñas centenarias, cultivadas ya en tiempos galo-romanos.
Pero es sobre todo por su basílica monástica de Sainte-Marie-Madeleine por donde acuden curiosos y peregrinos. Patrimonio mundial de la UNESCO, la basílica está decorada con notables esculturas y obras de arte del periodo románico. Los observadores más agudos reconocerán las escenas bíblicas esculpidas en las columnas de la nave y el coro. Conocida como una de las etapas clave del Camino de Santiago, la basílica fue objeto de una profunda restauración en el siglo XIX. Su blancura inmaculada y su panorama único del pueblo le dejarán sin aliento…
El refugio de Serge Gainsbourg
Conocido por su entorno tranquilo y particularmente reposado, este pueblo atrae a numerosos artistas de París en busca de tranquilidad. Entre ellos,Serge Gainsbourg. El cantautor decidió retirarse del bullicio parisino para alojarse en el hotel-restaurante del chef Marc Meneau. Allí permaneció seis largos meses, aprovechando cada día la calma del lugar para recargar las pilas, tocar el piano en el restaurante, dar paseos por el río… Un merecido retiro antes de poner fin a sus días en su casa de París.
Como habrá podido comprobar, Vézelay es un pueblo encantador y auténtico para descubrir durante un fin de semana soleado.