Noviembre está a la vuelta de la esquina y con él llega el otoño. Las hojas caen y el paisaje se ilumina con colores brillantes, del naranja al rojo pasando por el amarillo. Con este telón de fondo estival, le proponemos una escapada mágica a un pueblecito poco conocido por los parisinos. La Ferté-Milon es un encantador pueblo medieval de apenas 2.000 habitantes. Con su imponente castillo, sus calles empedradas y sus casas de piedra llenas de encanto, ¡será un auténtico placer!
Un bucólico pueblecito medieval a 1 h 30 de París
Situado en el corazón del Aisne, este pintoresco pueblo a orillas del canal de Ourcq parece salido de un cuento de hadas… Antiguo pueblo fortificado del siglo V, la ciudad ha conservado todo su encanto a lo largo de los siglos. Le encantará pasear por sus calles empinadas y admirar las murallas que aún se alzan orgullosas a lo largo de la ciudad. El castillo de Louis d’Orléans, situado en lo alto del pueblo, domina todo el valle. Este enorme edificio, erigido en 1375, fue destruido en tan sólo 48 días en el siglo XVI durante las Guerras de Religión. Aunque hoy en día no es posible visitarlo, todavía se pueden admirar sus ruinas siguiendo el empinado camino del antiguo castillo, que te llevará lo más cerca posible de él.

No muy lejos del castillo, no querrás perderte las antiguas murallas de la ciudad, que siguen estando formadas por 12 torres y 2 puertas, algunas de las cuales han sufrido los estragos del tiempo. No se pierda una de las joyas de la ciudad, la iglesia de Notre-Dame, catalogada, que data del siglo XII. Se dice que fue visitada por la mismísima Juana de Arco, que venía aquí a meditar.
Cuna de Jean Racine y parque infantil de Gustave Eiffel
Pocos lo saben, pero Jean Racine vivió en La Ferté-Milon. Adoptado por sus abuelos a los tres años, pasó allí casi 10 años de su vida antes de trasladarse a Port Royal-des-Champs. El museo, ubicado en la casa de sus abuelos paternos, está abierto de abril a noviembre. Totalmente gratuito, le permitirá conocer un poco mejor a este artista polifacético.

Otra «curiosidad» del pueblo es la pasarela Gustave Eiffel. Construida por el célebre ingeniero, esta pasarela de 130 años de antigüedad conduce a visitantes y curiosos soñadores hasta el parque del pueblo. Y para los aficionados a la historia, se construyó 20 años antes que nuestra querida Torre Eiffel .