En el brillante distrito 9, donde ya se encuentran numerosas direcciones muy gourmet, una pepita de oro dedicada a la gastronomía italiana hace las delicias de habituales y recién llegados en plena rue Richer. En la mesa del Neuvième Cru, podrá degustar los grandes clásicos de la cocina transalpina, así como recetas más raras pero igualmente deliciosas. Acompáñenos a descubrir este pequeño lugar que reúne todas las condiciones de una buena dirección de barrio.
Neuvième Cru o la generosidad italiana en el plato
A dos pasos del Folies Bergère, Neuvième Cru se encuentra bajo los escaparates de una antigua empresa de transportes y de importación-exportación. Tonos pastel, neón y paredes de azulejos: una vez cruzada la puerta, nos sumergimos en un ambiente tan cálido como moderno. Con un número reducido de cubiertos y una cocina cercana a los clientes, esta dirección de bolsillo tiene todas las papeletas para convertirse en un lugar acogedor.
Una vez preparado el escenario, pasamos al meollo de la cuestión: el plato. Tras la cálida bienvenida de Yanis y Zahir, los dos hermanos que están detrás del restaurante, es hora de empezar con los antipasti. Estos pequeños entrantes, pensados para compartir, son un buen homenaje a la tradición transalpina, sobre todo por la calidad de los ingredientes elegidos. Arancini con salsa cacio e pepe, albóndigas con tomate o stracciatella con pistacho y foccacia: los grandes clásicos están en la carta, y están hechos a la perfección.
Para continuar este soleado viaje, los piatti de la carta, que van desde recetas reconfortantes hasta atrevidas combinaciones de sabores, están ahí para deleitar nuestras papilas gustativas. La carta de Neuvième Cru incluye un amplio abanico de recetas de pasta, desde las tradicionales carbonara (¡sin nata!) y boloñesa, hasta platos menos conocidos como los paccheri à la zozona (guanciale, huevo y tomate) y los ravioli de boletus y gorgonzola. Y si te apetece, puedes optar por la milanesa de ternera o la parmesana de berenjena.
En cualquier caso, no olvide redondear su comida con un buen postre, a elegir entre tiramisú, panna cotta o cannolo siciliano. Por último, los placeres del paladar también se extienden a la copa, así que aproveche una corta pero variada carta de vinos y una selección de tentadores cócteles, entre ellos una sorprendente mula italiana al Fernet Branca.
¿Es usted un amante de la cocina transalpina o simplemente busca una buena dirección de barrio? Diríjase directamente al Neuvième Cru.
Neuvième Cru – 20, rue Richer, 75009