La exploración urbana (o urbex) se practica desde hace muchos años, y cada vez es más popular en Francia. ¿El concepto? Re(descubrir) lugares abandonados y desvelar sus secretos, aunque a veces haya que pasar miedo. He aquí algunos lugares abandonados de los alrededores de París para que los descubra. Una advertencia: el acceso a estos lugares está a veces desaconsejado, o incluso prohibido, y el urbex se considera peligroso. Por eso no le daremos direcciones ni indicaciones precisas.
El pueblo abandonado de Goussainville
¿Sabía que a sólo 20 kilómetros de la capital se escondía un auténtico pueblo abandonado? Con el desarrollo del aeropuerto Roissy Charles de Gaulle en los años 70 y la contaminación acústica que lo acompañó, la mitad de la población de Vieux-Goussainville desertó, dejando tras de sí un pueblo casi fantasmal. Es un lugar único, e incluso se puede visitar dando un corto paseo.
Villa Bella Kiss
Bien conocida por los aficionados al Urbex, Villa Bella Kiss parece haber salido directamente de un extraño cuento de hadas. Construida en 1907, esta mansión del Val d’Oise tiene una arquitectura distintiva y notable que atrae a muchos visitantes. Se dice que sus propietarios la abandonaron repentinamente por una disputa sucesoria, y que desde entonces ha permanecido congelada en el tiempo. Sin embargo, parece que la casa se ha sometido recientemente a algunas obras. Quizá le aguarde una nueva vida…
El sanatorio de Aincourt
También escondido en el Val-d’Oise, en el corazón de un bosque, el sanatorio de Aincourt es también un lugar muy conocido en el mundo del urbex. Antiguo balneario especializado en el tratamiento de la tuberculosis, desprende una energía un tanto aterradora y una atmósfera pesada. Sin embargo, es muy popular entre los amantes de la exploración urbana, que aprecian su sorprendente arquitectura y los vestigios de otra época médica.
Piscina de Beaumont
Muy popular tras su inauguración en los años 70, la piscina de Bea umont tuvo que cesar toda actividad en 2018, tras la apertura de un nuevo centro acuático. Hoy en día, el complejo se ha convertido en un patio de recreo para exploradores urbanos, que acuden a contemplar la extraña atmósfera que emana del recinto.
El castillo de Angervilliers
En el encantador municipio de Angervilliers, el castillo del mismo nombre, antaño una suntuosa casa solariega, se encuentra actualmente en ruinas. Los visitantes pueden contemplar el paso del tiempo tanto en las salas del interior como en el exterior, donde el jardín está en barbecho. Una visita obligada para todos los aficionados al urbanismo de Essonne.
Hospital Earle Nelson
Situado en el corazón del distrito 14 de París, el antiguo hospital Earle Nelson es difícil de visitar, entre otras cosas por su ubicación. Con numerosos vestigios de su pasado, es un lugar a la vez fascinante e inquietante.