El 22 de octubre de 1895, la fachada de la Gare Montparnasse sufrió un aparatoso accidente que, afortunadamente, causó más daños que otra cosa. El tren París – Granville no frenó y atravesó la fachada de la estación, ¡acabando en parte en la plaza de Rennes!
Hace 126 años, el 22 de octubre de 1895, un impresionante accidente desfiguró la fachada de la antigua Gare Montparnasse, entonces conocida como Gare de l’Ouest. Un tren desembarcó a toda velocidad, no frenó, atravesó los parachoques del final del andén, antes de terminar su carrera atravesando los muros de la estación. Probablemente ya haya visto las increíbles imágenes en blanco y negro de una locomotora colgada sobre la plaza de Rennes, actual plaza del 18 de junio de 1940. Afortunadamente, esta escena sacada directamente de una película causó más daños materiales que víctimas: sólo un vendedor de periódicos de la estación de tranvías de abajo murió en la catástrofe. La locomotora permaneció en esta posición durante 4 días antes de ser retirada.
Tiempo suficiente para atraer a los curiosos y dejar numerosas pruebas del suceso.
Incluso con los medios técnicos disponibles en 1895, ¿cómo pudo ocurrir un accidente así? El tren en cuestión cubría la línea París – Granville y transportaba 131 pasajeros en 10 vagones, además de tres vagones de equipaje y un vagón correo. Aunque el tren salió puntualmente de Granville a las 8.45 horas, ya llevaba 7 minutos de retraso al llegar a Versalles. El maquinista y el conductor de la locomotora intentaron ponerse al día, lo que seguramente contribuyó al desastre. Cuando la locomotora llegó a la estación de Montparnasse, circulaba a 60 km/h (imagínense la carnicería si en aquella época hubiera TGV), y fue incapaz de detenerse. Tras atravesar el parachoques de madera, el tren se precipita contra la estación, fuera de las vías. La locomotora destroza el suelo del vestíbulo y prosigue su loca carrera hacia las paredes de la estación, precipitándose al vacío sólo para ser frenada por su caída a la calle.
El maquinista y el conductor de la locomotora fueron considerados responsables del accidente a pesar de las circunstancias atenuantes, como un desacuerdo sobre el funcionamiento correcto de los frenos de la locomotora y una distracción relacionada con trámites administrativos debidos al retraso en la llegada del tren a París. Se les impusieron penas de dos meses de prisión en suspenso y multas de 50 y 25 francos, respectivamente. La antigua estación de Montparnasse ya no existe, ocupando su lugar la Tour Montparnasse y el centro comercial situado a sus pies. Al igual que la antigua estación de París-Bastilla, ¡las estaciones parisinas son tesoros históricos!