Entre las curiosidades de París se encuentra una pepita poco conocida: el cementerio de perros y otros animales domésticos. Inaugurado en 1899, fue el primer cementerio de animales domésticos de la era moderna en Europa, y posiblemente el primero del mundo. Un lugar insólito donde el tiempo parece haberse detenido…
Un cementerio de perros que originalmente iba a ser… un museo
Pero, ¿qué pudo poseer a Georges Harmois y Marguerite Durand para crear un lugar así? En 1899, decidieron comprar un terreno en la antigua Île des Ravageurs, al norte del Sena. Como amantes de los animales, querían construir un lugar sólo para ellos, donde sus dueños pudieran presentarles sus respetos. Así nació el cementerio. Más tarde se construiría el museo dedicado a los animales de compañía, pero desgraciadamente sólo estaba en fase de proyecto… Gestionado por la ciudad de Asnières desde 1997, el museo estuvo a punto de desaparecer en 1987… Afortunadamente, todavía se puede pasear por sus senderos arbolados durante todo el año.
Un cementerio de perros en París: un lugar único en el mundo
Père Lachaise es conocido por su magnífico y tranquilo entorno, pero hay otro lugar igual de insólito y poco conocido: el cementerio de perros. Un lugar dedicado a nuestros fieles amigos de cuatro patas. Aquí se encuentran perros queridos por sus amos, entre ellos algunas celebridades como Rintintin, el pastor alemán que protagonizó su propio programa en los años 50.
También encontrará perros que dejaron huella en su época por hazañas heroicas. Es el caso de Barry, el San Bernardo, que recibió su propio monumento por haber salvado la vida a 40 personas en los Alpes suizos…
Algunas de las tumbas están cuidadosamente decoradas y regularmente adornadas con flores. Todavía se pueden encontrar los juguetes favoritos de los perritos, así como algunas lápidas muy bonitas con esculturas de sus queridos perros. Pero aquí no sólo descansan perros… También están las tumbas más «cómicas», que albergan pájaros, caballos o, aún más insólito, un león y un mono. A veces se trata de animales «exóticos» que han aportado mucho amor y alegría a sus dueños.
Y no sólo se celebra a los animales que han fallecido. En el extremo del cementerio hay un santuario para gatos callejeros y abandonados. Tienen mucho que comer y un lugar tranquilo para descansar. En resumen, ¡un lugar único que hay que visitar sin demora!
📍 Ubicación: 4, pont de Clichy, 92600 Asnières-sur-Seine
💶 Precio: 3,5
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