
Puesto en marcha por un puñado de apasionados de la historia y el patrimonio, el proyecto de construcción del castillo de Guédelon es una auténtica curiosidad en Francia. Lanzado en 1995, decenas de «œuvriers» trabajan cada día en el emplazamiento de un auténtico castillo medieval. ¿La peculiaridad? El edificio se construyó utilizando únicamente los métodos de la época, ¡y es posible visitarlo!
Guédelon: el loco proyecto de un castillo construido con los métodos de la época
Al igual que el Palais idéal de Facteur Cheval, en Francia existen otros proyectos ligeramente excéntricos pero totalmente brillantes, obra de un solo hombre o de un pequeño equipo. El castillo de Guédelon es sin duda uno de ellos, desde la idea inicial hasta la fase de construcción. La organización, las técnicas de construcción y los materiales utilizados recuerdan más o menos a los de la Edad Media.
Hay que remontarse 30 años atrás a los inicios del proyecto, a 1995, cuando Michel Guyot, que ya poseía el castillo de Saint-Fargeau en la región, tuvo una revelación. Tras un minucioso estudio de su propiedad, se enteró de que debajo del edificio, tal y como lo conocemos hoy, se escondía un castillo medieval. La frase «Sería fascinante reconstruir Saint-Fargeau» le sorprendió, y se propuso el reto de construir un castillo desde cero, acompañando a varios entusiastas en la aventura.
La idea de reconstruir el castillo de Saint-Fargeau fue pronto descartada en favor de un nuevo castillo, inspirado únicamente en los edificios vecinos. Sólo se tomó como referencia la arquitectura filipina del primer tercio del siglo XIII. Una vez encontrado el terreno y reunida la financiación, el proyecto se puso en marcha en 1997 en el corazón de un bosque donde no había más que una antigua cantera de piedra.
En 1998, el lugar abrió sus puertas al público, y muchos visitantes han acudido a echar un vistazo al progreso de las obras. Desde entonces, el castillo ha ido tomando forma poco a poco. Se han construido los techos abovedados, la vivienda, los paseos parapetados y las primeras torres. Todos los días, en primavera, verano y otoño, trabajadores de los más diversos oficios se turnan para aportar su contribución al edificio desde hace casi 30 años.
«Construir para comprender» es el credo de todo este proyecto. Por eso acuden tantos visitantes. También pueden participar en talleres de iniciación a las técnicas de construcción medievales. Además de ver cómo avanzan las obras, hay toda una dimensión educativa para jóvenes y mayores, cuya asistencia financia todo el proyecto.
Es una historia interminable, un viaje en el tiempo, pero sobre todo una aventura educativa, científica y humana al aire libre. Guédelon es todo esto, así que para participar en este «milagro» histórico, sólo tiene que coger el tren desde París.
📍Castillo de Guédelon – D955, 89520 Treigny-Perreuse-Sainte-Colombe – 2 horas en tren desde París