Chambord, Amboise y Blois son algunos de los castillos más famosos del Valle del Loira. El magnífico castillo de Chenonceau, cuya reputación está bien consolidada, sigue sus pasos. Por su historia, su arquitectura o simplemente por su belleza, es sencillamente una visita obligada si visita la región. Y desde París, sólo hay una hora y media de tren hasta la finca. Perfecto para una escapada de fin de semana.
Descubra el audaz y magnífico castillo de Chenonceau
Rico en siglos de historia, construido con gusto y audacia pero también escaparate de bellas obras maestras, el castillo de Chenonceau es uno de los más interesantes de Francia en su género. Construido en 1513 sobre los cimientos de un antiguo molino por Catalina Briçonnet, embellecido y ampliado por Diana de Poitiers y después por Catalina de Médicis, lleva con razón el sobrenombre de «Castillo de las Damas».
Desde el punto de vista arquitectónico, combina brillantemente elementos góticos y renacentistas. Es famoso por su galería única, que atraviesa el Cher en cinco arcos, de 60 metros de largo y bañada de luz gracias a sus 18 ventanas. El interior, ricamente decorado, contiene muebles de época, tapices flamencos y cuadros de maestros como Rubens, Murillo, Veronese y Correggio. Los jardines renacentistas, diseñados por Diana de Poitiers y Catalina de Médicis, son excepcionalmente elegantes. Hoy en día, todos estos atributos lo convierten en el castillo privado más visitado de Francia.
El castillo también ha recibido la influencia de influyentes figuras femeninas. Diana de Poitiers, favorita de Enrique II, añadió el puente de la orilla derecha del Cher y creó los jardines que llevan su nombre. Tras la muerte del rey, Catalina de Médicis se hizo cargo del castillo e hizo construir la famosa galería de dos pisos sobre el puente. Más tarde, Louise Dupin salvó el edificio durante la Revolución Francesa. En el siglo XX, se utilizó como hospital militar durante la Primera Guerra Mundial y como punto de paso hacia la zona libre durante la Segunda Guerra Mundial. Desde 1913, pertenece a la familia Menier, famosa chocolatera.
En la actualidad, recibe casi un millón de visitantes al año y ofrece una amplia gama de eventos durante toda la temporada. Exposiciones, conciertos y diversas manifestaciones culturales: ¡hay mucho que hacer durante su visita! Y para llegar a Chenonceau desde París, hay trayectos en tren de hora y media con conexión. ¡Todo depende de usted!