¿Busca tranquilidad, evasión y una inmersión total en la naturaleza? Prepárese para deleitar sus sentidos, le invitamos a una escapada pintoresca en el corazón de los Yvelines. Enclavado en el magnífico valle de Vaucouleurs, a sólo 40 minutos del majestuoso Castillo de Versalles, el pueblo de Montchauvet es como una perla rara, que ofrece una experiencia atemporal.
Una escapada atemporal en Montchauvet
Comience su aventura en la Place de l’Église y déjese llevar suavemente por las apacibles callejuelas, en familia o en pareja. Predominantemente peatonales, estas callejuelas le sumergirán en un cambio de aires total.
Montchauvet exhibe con orgullo sus características históricas, como el imponente puente medieval que cruza el río, la Puerta de Bretaña, antaño fortificada, y la iglesia de Sainte-Marie-Madeleine, con su torre cuadrada adornada con ventanas pareadas y una puerta románica decorada con arquivoltas con motivos de dientes de sierra y rosetas.
En la Edad Media, una majestuosa torre del homenaje se erguía en el corazón del pueblo, pero los estragos del tiempo y la influencia de Enrique IV, que la derribó poco antes de la batalla de Ivry, sellaron su destino. Las ruinas del torreón siguen en pie, centinelas silenciosos de un castillo del siglo XII, erigido con orgullo y luego trágicamente borrado.
Tras esta inmersión en la agitada historia de Montchauvet, regálese un momento de tranquilidad en el cálido y rústico marco del restaurante «La Jument Verte», adornado con piedra vista y vigas antiguas. Los anfitriones le invitan a disfrutar de un festín tradicional, una sinfonía de recetas auténticas que evocan los sabores de antaño.
En resumen, Montchauvet es una joya medieval en el valle de Vaucouleurs, que invita al viajero a un extraordinario viaje en el tiempo. Desde sus calles empedradas hasta sus reliquias históricas, pasando por el cálido ambiente de sus restaurantes, este encantador pueblo ofrece un apacible retiro a un palmo del brillo y el glamour del castillo de Versalles.
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