En Île-de-France le espera un cambio de aires total. En el corazón de 5 hectáreas de exuberante parque, este antiguo castillo, a dos pasos de París, se ha transformado en una auténtica pagoda tailandesa que ofrece un espectáculo sobrecogedor: casi 400 estatuas doradas de Buda entronizadas con majestuosidad. Un inesperado paréntesis espiritual en las afueras de la capital…
Wat Thammapathip: una pagoda tailandesa escondida a tiro de piedra de París, en el corazón de un antiguo castillo…
Imagínese pasear por una pagoda tailandesa sin salir de París. Todo ocurre en Moissy-Cramayel, en el departamento de Seine-et-Marne para ser exactos. A sólo 33 km del centro de la capital, este antiguo castillo se ha transformado en un templo budista que le dejará boquiabierto y le transportaráa Tailandia. Se trata del Château de Lugny, transformado por la Association Internationale thaïe des bouddhistes en France. Desde el año 2000, este lugar poco conocido está habitado por monjes budistas y repleto de salas de oración y meditación abiertas a todos. Y si se quita los zapatos, puede incluso meditar allí. Pero lo más espectacular le espera fuera… en los terrenos del castillo, donde un increíble tesoro espiritual se revela al aire libre…
Tailandia a 40 minutos de París, con más de 400 budas dorados
En el corazón del recinto de este antiguo castillo se esconde un auténtico tesoro espiritual. Alineadas majestuosamente, casi 400 estatuas doradas de Buda velan en silencio, impresionantes por su tamaño y serenidad. Parecen suspendidas en el tiempo, listas para recibir las plegarias y ofrendas de sus seguidores. Luego, al pasear por los apacibles senderos del jardín, se descubren poderosos mensajes esparcidos aquí y allá, como otras tantas invitaciones a la reflexión: » No destruyas el futuro con el presente» o «Vive el presente y sé». Palabras sencillas, pero profundas, que invitan a la reflexión.
Un remanso de paz, en 5 hectáreas de parque de acceso gratuito…
En este pequeño remanso de paz, todo invita a bajar el ritmo. Un paseo contemplativo, meditación, tiempo en familia… la serenidad reina por doquier. Un lugar tranquilizador y virgen que hay que visitar con el máximo respeto. Y entre paseo y paseo, incluso se puede degustar comida callejera tradicional tailandesa a precios muy asequibles (entre 5 y 6 euros el plato) mientras los niños se divierten en los columpios instalados especialmente para ellos. Y alrededor de los puestos de comida, hay muchas mesas de picnic para las familias. Sí, la pagoda Wat Thammapathip tiene algo de encantador y exótico. Lugar de culto propicio a la meditación, es también un lugar para compartir, que ofrece una verdadera inmersión en la cultura tailandesa. Una pepita de oro escondida, donde podrá tomar una bocanada de oxígeno, volver a centrarse y redescubrir su paz interior.
Información práctica:
Wat Thammapathip International, 243 Rue des Marronniers, 77550 Moissy-Cramayel
Abierto sábados y domingos, de 11.00 a 20.00 h – Entrada gratuita