Tras superar los 400.000 espectadores en varios de los monumentos más emblemáticos de Francia, el espectáculo inmersivo LUMINISCENCE llega a Reims. Este espectáculo único combina proyecciones digitales de 360 grados, historia, música en directo y sonido espacializado en 3D. La Basílica de Saint-Remi se desvelará ante los asombrados ojos de los visitantes a partir de finales de abril. ¿Se perdió el espectáculo en París? Ahora tiene la oportunidad de resarcirse. Las entradas ya están disponibles.
Luminiscencia en Reims
El brillante concepto de LUMINISCENCE consiste en poner de relieve la riqueza del patrimonio arquitectónico francés a través de experiencias inmersivas. Estos espectáculos de luz y sonido son fruto de una pericia tecnológica única, que combina modelado 3D, proyección de vídeo y sonido espacializado para revelar los secretos de estos monumentos históricos con un toque de magia.
Los monumentos sagrados más bellos de Francia se convierten en el escenario de un monumental espectáculo inmersivo. Ahora es el turno de la Basílica Saint-Remi de Reims, uno de los más grandes edificios románicos de Francia, destruido durante la Primera Guerra Mundial, restaurado y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, y que alberga las reliquias de Saint-Remi, que serán bañadas en luz por LUMINISCENCE.
Arte y tecnología al servicio del patrimonio
Gracias a la modelización 3D del edificio, se captan todos los detalles arquitectónicos, desde las elegantes curvas de la nave hasta las bóvedas y los intrincados motivos de las vidrieras. Utilizando proyectores de última generación, esta precisión crea un videomapping que sigue la estructura arquitectónica del monumento hasta el último centímetro.
En un armonioso ballet sensorial, un sistema de sonido 3D espacializado suena en sincronía con las potentes voces de los coristas, recorriendo la nave al ritmo de las proyecciones visuales y la narración. El lugar se sublima, ofreciendo a los visitantes una experiencia multisensorial única.
Una narración cautivadora
Pero LUMINISCENCE es también (sobre todo) una forma de contar una historia, y no una historia cualquiera: la historia de los siglos transcurridos desde su construcción. A través de un espectáculo visual y musical sobrecogedor, se desvelan los secretos de los más bellos monumentos religiosos, desde las proezas arquitectónicas de sus constructores hasta el hechizante juego de luces de sus vidrieras y su extraordinaria acústica.