
Hoy, después de hablarte de Kaysersberg, Cassel y Ploumanac’h, te presentamos otro de los pueblos favoritos de Francia, Eguisheim. Galardonado en 2013, esta auténtica joya es uno de los pueblecitos que no te puedes perder en un viaje a Alsacia, ¡y te lo queremos presentar!
Eguisheim, una joya bucólica al este de París
Si está de paso por el este de Francia, no se pierda el encanto de las calles empedradas de Eguisheim, un tesoro clasificado como uno de los pueblos más bonitos de Francia. Este pintoresco pueblo, auténtica joya alsaciana, destaca por sus casas de tejados puntiagudos y sus fachadas de entramado de madera de vivos colores. Enclavado a las afueras de Colmar, Eguisheim recibió en 2013 el codiciado título de «Pueblo favorito de los franceses», una distinción muy merecida y ganada en el programa de televisión del mismo nombre.
Este pueblo medieval, de singular encanto, cautiva por su arquitectura única. Las estrechas calles bordeadas de flores, especialmente en verano, añaden un toque de poesía a este encantador entorno. A finales de año, Eguisheim se transforma en un lugar mágico con su mercado navideño y sus eventos festivos, ¡y es igual de encantador!
La historia de Eguisheim se refleja en su arquitectura bien conservada e inteligentemente mantenida. Construida en círculos concéntricos alrededor de su castillo, la ciudad medieval cuenta con fuentes, calles estrechas y una iglesia que data del siglo XIII. Las sinuosas calles invitan a pasear y ofrecen una colorida paleta de casas con inscripciones antiguas. Cada rincón tiene una historia que contar y cada fachada evoca una época pasada. Eguisheim es un auténtico museo al aire libre, que transporta a los visitantes a una época en la que el tiempo parecía haberse detenido.
En resumen, Eguisheim es mucho más que una simple parada en un viaje a Alsacia. Es una inmersión en el pasado, una experiencia donde la historia y la belleza arquitectónica se funden armoniosamente. Pasee por las calles empedradas de Eguisheim y déjese llevar por la magia de un pueblo que ha sabido conservar su alma a lo largo de los siglos.