Aunque Giverny es conocida por su entorno rural, hay un bonito pueblo poco conocido a sólo 10 minutos en coche: Vernon. Vernon alberga una curiosidad que data del siglo XVI. Se trata de un pintoresco molino colgante, que se extiende sobre el Sena desde hace más de 500 años… Y se dice que inspiró a Claude Monet para pintar una de sus obras… ¿Le apetece una visita?
Un molino suspendido sobre el Sena desde hace más de 500 años…
¿A quién se le ocurrió la incongruente idea de construir un molino de entramado de madera sobre el agua? Construido en el siglo XVI, el molino Vernon no siempre fue así… Originalmente se construyó sobre un puente del siglo XII. Construido originalmente con fines militares, el puente acabó convirtiéndose en una zona comercial, y se instalaron cinco molinos harineros. Un ingenioso sistema hidráulico, situado entre los pilares del puente, accionaba nuestros famosos molinos.
Desgraciadamente, en 1651, el puente se deterioró por falta de mantenimiento y fue abandonado. Hoy sólo quedan algunos pilares y nuestro querido molino, que ha resistido a las inundaciones y al paso del tiempo.
La musa de un artista
Este molino siempre ha inspirado a pintores y artistas. Uno de los más conocidos es sin duda Claude Monet, que lo inmortalizó en su cuadro Casas en el Puente Viejo de Vernon en 1883. Hay que decir que el artista no vivía muy lejos, ya que Giverny se encuentra a sólo 6 km. Su cuadro se expone actualmente en el Museo de Arte de Nueva Orleans. Su yerno y amigo, el pintor Theodore Earl Butler, también lo retrató en un cuadro titulado El puente rojo de Vernon, cerca de Giverny.
Símbolo de la ciudad, el molino de Vernon estuvo a punto de desaparecer al final de la Segunda Guerra Mundial. Afortunadamente, los habitantes del pueblo se movilizaron para restaurar esta pieza del patrimonio normando. No querrá perdérselo en su próximo viaje a la región.
📍Localización: 7 Impasse de la Chaussée Vernon